Iniciamos la jornada un poco a ciegas sin saber qué podriamos encontrarnos y una vez mas mis amigas las carpas no me defraudaron. El embalse había bajado un poco, lo suficiente para pescar cómodamente ya que con niveles mas altos resulta algo mas difícil pescar desde la orilla.
El tiempo parecía acompañarnos, ya que hacia sol y un aire fresco ayudaba a soportar el calor que aún nos acompañaba en estos primeros días de otoño.
Fue empezar a caminar cuando vimos los primeros peces, comiendo cerca de la orilla y dándonos la sensación de estar bastante predispuestos a caer ante el engaño de las moscas.
Todo pintaba muy bien y enseguida opté por atar a mi bajo la mosca con la que tantas picadas he obtenido en este último año, una piel de conejo negra que cariñosamente llamo “el bicho” y que tanto parece gustar a estos peces. En efecto, la primera carpa picó ante la mirada de dos pescadores que recogían sus cosas para marcharse a casa, no sin antes esperar unos diez minutos a que yo sacara un ejemplar de unos 4 kilos con mi caña del 5 y otro mosquero que pasaba por allí nos decía que encontraríamos muchas como aquella y que nos íbamos a divertir.
La verdad es que este compañero estaba en lo cierto, ya que durante un par de horas vimos gran cantidad de ellas, unas solas y otras en pequeños grupos, pero todas bastante activas.
Las había de todos los tamaños, pero mi intención era coger alguna de las grandes, aunque soy consciente de que es difícil puesto que suelen ser las mas desconfiadas y se asustan al mas mínimo ruido perdiéndose en el fondo.
En una zona próxima a la cola del pantano, pudimos ver montones de pequeños lomos que asomaban por la superficie, indicándonos sus movimientos y que era el lugar adecuado para realizar esa deseada captura. Andando unos metros más, vimos una carpa que comía cerca de unas piedras, y acercándonos sigilosamente todo lo que pudimos, intenté ponerle la mosca cerca de la boca; durante unos segundos se quedó parada y pensé que se daría la vuelta, pero ante mi sorpresa se lanzó hacia “el bicho” comiéndoselo con todas sus ganas; es indescriptible esa sensación cuando la carpa siente que ha sido engañada y arranca hacia las zonas mas profundas haciendo que el carrete gire a toda velocidad, uffff… que subidón de adrenalina, y a pesar de que son muchas las horas que llevo pescando a mosca aún me pongo nervioso cuando estoy acechando a un gran pez.
El día iba pasando y las carpas parecían apagarse como él, y aunque seguíamos viéndolas, ya no estaban tan dispuestas a seguirnos el juego, así que tras unas capturas más de menor talla decidimos volver al coche, pero justo llegando a la presa me pareció ver una de buen tamaño e intenté terminar la jornada de la mejor manera…y lo conseguí, con lo que con este último ejemplar dimos por finalizada la primera salida del otoño, esperando volver a encontrarnos con estos maravillosos peces.
Os dejo un pequeño resumen de la jornada en imágenes, espero que os guste.
No puedo dejar de sorprenderme al ver como engañas a las carpas. Extraordinario.
ResponderEliminarUn saludo.
A veces por mucho que yo ponga de mi parte no hay nada que hacer y otros días pues lo que has visto en el video,están que se salen,así son estos peces.Me encantan!!
ResponderEliminarUn saludo Francisco
Una pasada de dia enhorabuena a ver cuando me llevas a ese sitio para ver como las cojes porque yo ?????????? mirare y lo intentare.
ResponderEliminarUn saludo
jejeje,no te preocupes Juan Carlos porque estas carpas no están muy tocadas,pocas moscas han visto,jejeje.
ResponderEliminarSaludos y nos vemos pronto
Enhorabuena por las capturas Cesar, son pocos los días en las que las carpas están buenas, pero tu bien que los aprovechas, un saludo.
ResponderEliminarGracias Antonio,tienes razón pero también es verdad que si das con un sitio que esté poco tiroteado... puede que tengas mas días buenos que malos.
ResponderEliminarUn saludo y buena pesca.
Vaya dia de pesca Cesar ,enhorabuena ,muchas y buenas capturas si señor ,a ver si pillo yo un dia de esos je je
ResponderEliminarUn saludo compañero
Gracias Francisco. La verdad es que fue uno de esos pocos días en que no tuvimos que darnos
ResponderEliminaruna paliza de andar para encontrar algunos ejemplares que se dejaran engañar, pero si siempre fuera así no tendría emoción,jaaaa.
Un saludo.
Pero que les pasa a esas carpas que no se asustan??
ResponderEliminarSe ve que el escenario esta poco o nada tocado.
Muy chulos los videos, enhorabuena
Gracias Barbux
ResponderEliminarEl sitio está muy poco tocado como tu bien dices y si además las coges con el día tonto...
Un saludo